Rósacea

Nuestros tratamientos de rósacea en nuestra Clínica de Medicina Estética en Bilbao

La ROSÁCEA puede y debe tratarse.

El origen de la ROSÁCEA se encuentra en la hiperfunción de la glándula sebácea, es decir, existe un exceso de producción de grasa. En la ROSÁCEA, donde hay una menor influencia hormonal que en el acné, ese sebo es más fluido e irritante e induce un de la capa córnea y debilita la función barrera, haciendo que la piel se vuelva más sensible, intolerante y seca por el mayor desequilibrio global.

En primer lugar, la grasa altera la composición aumenta la pérdida de agua y la piel se deshidrata. Aparece así la mal llamada piel mixta que es una piel grasa y deshidratada (y además sensible).

En segundo lugar, induce la aparición de inflamación difusa que tiende a cronificarse. Lo veremos en forma de rojez difusa más o menos intensa y granos en la zona central de la cara (nariz, mejillas).

En tercer lugar, la grasa produce un desequilibrio del microbioma cutáneo favoreciendo el sobrecrecimiento del ácaro Demodex, lo cual incrementa aún más la alteración de la función cutánea y la inflamación.

Por último, todo ese desequilibrio y función sebácea aumentadas incrementan las demandas vasculares y hacen aparecer vasos dilatados en la zona (telangiectasias) y vasos que tienden a dilatarse de forma súbita y exagerada haciendo aparecer los flushings.

SÍNTOMAS DE LA ROSÁCEA

Se nota la piel más roja, como con chapetas en la zona de las mejillas y la nariz, y pueden llegar a aparecer granitos rojos o con pus. En la zona de las mejillas y la nariz pueden verse pequeños vasos dilatados. Es una piel sensible que se pondrá aún más roja o se irritará con los cambios de temperatura, la exposición directa al aire frío o caliente, al comer comidas calientes o picantes, al beber alcohol… 

En estados más avanzados se puede notar la nariz algo más gordita o abultada y sobre todo en hombres, puede llegar a deformarse.

TRATAMIENTO DE LA ROSACEA

A la hora de construir un esquema terapéutico para controlar la ROSÁCEA la clave está en realizar la combinación adecuada de herramientas terapéuticas entendiendo cómo y dónde actúa cada una de ellas.

  1. Tratamientos Tópicos: La ivermectina ayuda a disminuir la cantidad de Demodex presente en la piel. Además, estableceremos una rutina cosmética para la que utilizamos los productos de cosmética médica de ZO Skin Health y All Skin que nos ayude a controlar el exceso de grasa, reforzar la función barrera y activar la función celular. Si empezamos a utilizar concentraciones bajas de retinol los resultados pueden ser espectaculares.
  2. Antibióticos Orales: ciertos antibióticos ayudan a reducir la inflamación, es decir, parte de la rojez y sobre todo los granos rojos y espinillas blancas. Hay que tener en cuenta que pueden ayudarnos a controlar el brote, pero al tener un efecto temporal, solo mientras se toman, y no controlar la función sebácea aumentada de base, es una herramienta con efecto limitado.
  3. Derivados vitamina A: los retinoides orales pueden ser de gran ayuda en el tratamiento de la ROSÁCEA. Logran reducir el tamaño de la glándula, disminuir el exceso de producción de grasa y bajar la inflamación. Secundariamente ayudan a controlar el sobrecrecimiento del Demodex (que se alimenta de grasa) y reducir el aumento de demandas vasculares. En ROSÁCEA suelen emplearse a dosis bajas, con lo cual sus efectos secundarios también disminuyen frente a los que vemos al utilizarse a dosis altas. Habrá que evitarlo en mujeres embarazadas o que busquen embarazo.
  4. Terapias lumínicas: dentro de este grupo terapéutico encontramos la luz intensa pulsada (IPL) y los láseres vasculares para tratar el componente vascular aumentado.
    La terapia Fotobiodinamica ayuda a reducir el componente de inflamación, modular la microvascularización y mejorar la estructura y función cutáneas.

Lo más importante es saber que la ROSÁCEA puede y debe tratarse.

ANTES & DESPUÉS

ROSÁCEA

Efectos secundarios